viernes, 28 de agosto de 2009

EXISTE UN LUGAR QUE RESGUARDA LA NADA.

Hay un lugar donde lo que existe, aun no ha pisado. Allí, solo habita la nada. Constelaciones de estrellas se forjan allí, planetas y galaxias; ideas que aun no han sido pensadas, historias que aun no han sucedido. Allí no existe el tiempo, solo espacio, repleto de nada, que es todo, sin serlo aun.
Existe un recoveco en algún lugar, que resguarda los suspiros de las mariposas que antes de morir no llegan a exhalar. De sabia de árboles son los ríos, de polvo estelar la tierra, no existe el fuego, solo cabe su memoria, que basta para arden el universo entero. También hay aire, pero este no se respira, solo se percibe en lo calido o templado del céfiro, que juega con recuerdos apunto de ser enlazados. Allí, en ese lugar, moran los últimos deseos inconclusos al letargo, pero también la esencia de los satisfechos a tiempo.
Existe un momento en cada hombre, en el que destella la felicidad, como una luminosidad ínfima capaz de iluminar la nada, porque allí no hay luz, solo destellos de felicidades consumidas, que se esparcen a una velocidad incalculable y hace que hasta el viento tenga sombra mientras se escabulle, de los aromas a flores que aun no marchitan, desahuciadas, agobiadas quizás, por el acicalar de abejas que sin aguijón regalan su ultimo néctar en honor al trono. Ahí, no hay lugar para el olvido, él reposa en los seres que ignoran, en los que no saben reír, en los que jamás aprendieron a llorar; tampoco hay errores en la nada, menos aun certezas, que son menos útiles que la duda.
Existe este lugar, y que no allá pruebas es la prueba de ello, el humano niega todo lo que no es capaz de ver o lo que escapa a su razón. La fe solo rige en lo divino. La vida existe gracias a la muerte, que le da vida.
Existe un lugar y no importa la porfía, de los tercos, de los intelectuales, si no son los mismos; existe y habita en todas partes, pero solo es manifiesto en la unión de las mismas. El rompecabezas esta esparcido, por los más sinuosos rincones de la desidia, donde las lágrimas de rosas forman nubes, que llueven aire, que sopla un viento, que peina ángeles y refresca montañas.
La nada es como la arena de un gran desierto esparcido por todas partes, que no conforma un desierto pero que son el desierto en cada grano.
Existe, ante todo, y a pesar de todo. Nadie lo crea, todos lo parimos, nadie lo sufre, todos lo padecemos.
Existe un lugar y la prueba de ello cabe en ti mismo, en lo que tus ojos ven, pero no observan, en lo que tus oídos escuchan pero no oyen, en lo que tu lengua prueba pero no degusta, en lo que tu piel siente pero no percibe. Allí, hay un grano de arena que conforma un desierto que habita la nada, que conforma el todo pero escapa de las fauces de todo.



.../11/08

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