miércoles, 8 de septiembre de 2010

LA CERTEZA Y LA DUDA (Fragmento)


CAPITULO X 



  No había forma que Gaspar entendiese lo que yo le quería explicar, estaba en terco, y cuando esta en “terco” anula toda capacidad pensar o de escuchar, y me irrita que mire hacia abajo, que descienda la mirada mientras yo trato de explicarle, como si solo le interesaran los cordones de sus zapatillas.
  El sostiene que vale mucho mas una certeza que una duda, objeta que la funcionalidad de la certeza supera cualquier cuestión que engendre la duda. Le trato de explicar que esa no es la cuestión, que la certeza es fundamental, pero que al fin y al cabo no tiene ningún sentido, o mejor dicho no tiene ninguna razón de ser en cuanto a su funcionalidad, solo existe cuando se la necesita y luego deja de existir, es algo que se toma y se usa para algo, nada más. Se la busca y se la encuentra, en un diccionario por ejemplo, y luego pierde todo sentido y razón de ser. En cambio la duda, es un motor para la búsqueda, pero la búsqueda no de encontrar, sino de construir. Cuando uno intenta despejar una duda, cuando uno esta bajo el embrujo de una duda, la única salida es la construcción de una certeza, pero siempre en función de la duda.
  Lo que le intentaba explicar es que si yo tengo una certeza por ejemplo, es como tener una cosa, la tengo y ya. Y si tengo una duda en cambio, tengo una inquietud, una hermosa desesperación, un corazón que late mas rápido, una aventura, tengo sueños anhelos, tengo hasta incluso ganas de volar, cosa que con la certeza, por cuestión cierta, es imposible volar. Pero Gaspar no me escucha, y sigue mirando hacia abajo, y ahora me distrae señalándome un escarabajo que las hormigas se llevan.
  Para comerlo – me dice. El no deja por hecho que pueden hacer otra cosa con ese escarabajo, para él su deducción es absoluta, es para “comer”. Como si el escarabajo no pudiese servir para otra cosa, para adorno en el salón real de la reina, o para probar el trabajo en equipo que sera tenido en cuenta a futuro, o simplemente para quitarlo del camino porque estorbaba.
  Gaspar es muy cerrado, las cosas son blancas o negras para él; yo le digo que eso le hace perderse siempre del viaje, por llegar a un lugar jamás vive el transcurso del viaje, él me dice que no le interesa, solo le sirve llegar y si quisiese disfrutar de algún lugar por el que paso de cruce, optaría por ir allí como objetivo del viaje.
 A veces pienso que soy yo el que definitivamente no lo entiende, o no lo escucha quizás, no creo ser una persona cerrada de pensamientos, pero él dice lo mismo de si, así que esto me hace poner en duda de mi mismo y me divierte, pienso en mi y me cuestiono si verdaderamente soy una persona abierta, saco muchos interrogantes, pero en definitiva acepto lo que creo que soy, y eso me es un poco contradictorio, como si seria una persona cerrada en pensar que soy abierto; y nuevamente la duda.
 Pero la disfrutó, no opto por llegar a ninguna conclusión, por lo menos por este momento. No quiero ninguna certeza que destruya esta duda que enriquece mi vida. Gaspar se ríe, el escarabajo no entra por el agujero del hormiguero, no van a poder meterlo – me dice. Como si las hormigas no pudieran desgarrarlo y meterlo en pedacitos, o provocar un derrumbe controlado y agrandar la boca del hormiguero, o como si ellas verdaderamente quisieran ingresarlo, tal vez solo buscan tapar la entrada a sus guaridas. Pero Gaspar no acepta estas variantes.
 Decidí invitarlo con un refresco, un jugo de naranja. Él me dice que por el color del jugo tiene mucha agua y poca naranja. Yo le digo que no tiene agua, que la naranja es de ese color, un tanto más claro que lo común. Él no acepta mi objeción, y le agrega más naranja.  

domingo, 18 de julio de 2010

EL GRILLO Y LA BUSQUEDA…





A veces pienso que los grillos, en sus noctambulas noches, usan su grito como llamando a algún ser querido. Gritan y gritan, cantan y cantas, podrían objetar algunos, pero no… para mi es mas bien un grito, no se oye como trino, tiene una tonada desesperada, que la oscuridad ampara, como ocultando a su progenitor.
A veces pienso cuan egoístas somos con los grillos, ellos perturban su silencio en una busca incesante de sus seres queridos, y nosotros, despabilados, incomprensivos, arrogantes y, porque no, incompetentes también, nos lanzamos al asedio de dicho insecto, insignificante insecto. Y en el mismo instante lo menospreciamos y lo odiamos. Cuanta incomprensión reina a veces. Los buscamos por los rincones, por debajo de la cama, por los zapatos, prestamos nuestro mas agudo sentido de la audición para determinar su sitio, y aun así, el grillito, que sabe que lo buscan -porque cada vez que uno revuelve las cosas él se calla, y luego vuelve a gritar-, ese mismo grillito, arriesgándose a ser encontrado, arriesgando su vida, procede una y otra vez mas invocando su grito, que ya es sagrado por insistencia y por causa.
Cuan desesperado se oye, a veces me da la sensación de que jamás va a ser escuchado, por sus pares me refiero, y ellos gritan y gritan, si hasta parece oírseles las lagrimas que afloran en el pregón de la desolación desamparada. Y nosotros los seguimos buscando, por la ropa, por los libros, por las cortinas, y cada vez más nerviosos queremos darle fin a su grito, cuan apático puede ser el ser humano, cuanta carencia de solidaridad ante el hermano grillito.
A veces pienso, mientras oigo a los grillos, que sus gritos de búsqueda tienen como fin la muerte, a veces siento la resignación que expresan, y es allí, cuando la mayoría de nosotros encontramos al grillo. Pero no somos nosotros los que los encontramos, sino son ellos que nos guían hacia su lecho, ya cansados, desahuciados, sin fuerzas y sin voz se entregan a su muerte, porque su búsqueda, su búsqueda ya es en vano.

miércoles, 26 de mayo de 2010

FUSIÓN ETERNA (Fragmento)


...lo cierto es que al agua siempre le interesó el fuego y viceversa, pero lo interesante del interés de ambos no radica en lo ambiguo, sino en deseo que ambos tienen de consumirse, en la unión perfecta, en la destrucción pasible, en el preciso instante que el vapor es ceniza y la ceniza se evapora...

Ambos dejaran de existir, pero que más queda por vivir?



Grenat Gastón.

lunes, 17 de mayo de 2010

SEGUNDA CARTA DE GARY GISBERT A MARIAN LIAN STEVENSON


CAPITULO XX.

Puedo escribirte nuevamente una carta, y aceptar que no abras el sobre. Puedo preguntarte: -Que es de tu vida?- e interesarme de pronto en tu trivial respuesta.

Lian, perdón que comience así esta carta, es solo que es extraño todo, precisamente no te extraño, y desgarradamente siento que no me importa, pero sabrás que me importas, sino no te escribiría, - uno no deja de hacer las cosas así porque si - acepto el viento “clandestino” – y va entre comillas porque no es la palabra mas justa para lo nuestro Lian, es mas, me arriesgo a decir que es la antítesis de los nuestro- lo cierto es que este viento que nos une y desune, me maravilla, me encanta, como si solo existiésemos para ambos cuando el céfiro se apiada de nosotros, y luego dejásemos de existir sin importarnos, y nuestra vida continuase tan solo con el aroma a nuestros besos.
No se si piensas igual Lian, me gusta suponer que si, que disfrutas al igual que yo, que lo vivís similar y que por eso no tomas el teléfono y me llamas – no es natural hostigar al destino y aunque lo fuese, aunque sea valido, no es nuestro estilo- es por eso que estoy contento con los nuestro a pesar de tanto tiempo, no así con lo que siento, con esa sensación extraña de no extrañarte.
Me preguntarás para que te escribo entonces… supongo que siento que el clima puede hacer de las suyas, que podemos existir nuevamente, y esta es una especie de cartita que ratifica que aun existo, o que aun puedo volver a existir para ti, como enviándote una señal de vida.
Se que no leerás esta carta, se que el sobre quedara sobre la mesa de noche sin abrir, se que no es de importancia, pues si así fuese no existiría esta carta. Tan solo y simplemente, apelare a cruzarte por una esquina y reconocerte, como hacemos siempre, de repente! Todo de repente, con la intensidad del fin próximo. Yo no se que seria de nosotros si no supiéramos de nuestro próximo fin, supongo que seriamos monótonos y objetos muertos que respiran en faz de algo, y luego en faz de nada – como sucede con todo, con todos, el suceso continuo y reiterativo de las cosas termina por consumirlas y dejarlas desechas- y yo no quiero eso para ti, ni para mi, Lian– aunque quizás no evitemos terminar así cada uno por su lado- lo que deseo Lian, es que ambos no terminemos así, que en comunión el fuego nos devore. Individualmente no puedo desear tal cosa - el ser se desplaza de forma muy predecible y en ello radica saber lo que nos tocará- no me preocupa lo que sea de ti o de mi en el sentido mas puro, puedo suponer, pero es solo una mera suposición y en el juego de suposiciones todo es valido – por ende, carece de emoción pura- y lo nuestro es emocionante! o me emociona a mi, tal vez solo yo soy el que disfruta de esto, tal vez las cartas que tu envías y yo se que no recibo, nunca las has escrito – nuevamente incurro en la poca emoción de la suposición- se que me envías cartas Lian, lo se porque no las recibo, es mi forma de disfrutarte a la distancia, así…tan solo así… como si estuvieses junto a mi en la cama, dormida, callada, pensativa te tengo, y tu sabes que te tengo, por eso estoy contento y me apasiona todo esto.
Y justamente por todo esto es que me extraña que no te extrañe, sabrás comprenderme Lian, no es olvido, es solo el andar cansino de despertarme, abrir la puerta, deambular por el mundo, abrir nuevamente otra puerta, cerrarla y dormir... así todos los días, es solo eso, no es olvido!

Sabes que lo extenso me aburre Lian, y jamás pretendería aburrirte ni aburrirme, hay solo pocas cosas que valen tan poco en la vida, y el aburrimiento es una ellas, si no es la más absurda incluso.

El tiempo solo azota a quienes se preocupan por él, yo siempre preferí la diplomacia Lian, tú lo sabes, por eso no me despido como el mundo se despide hasta algún tiempo, solo me despido como quien no va volver a ver a alguien nunca mas, sabiendo que la encontrará en alguna esquina.

No me lleves el apunte Lian, a veces digo tonterías, solo créeme cuando te sonría.
Y espero no esperes esta carta como se espera la lluvia los días nublados.

Sé que no lo harás, por eso te la escribo.

miércoles, 24 de marzo de 2010

SABRÁS...?


Y no hay forma de que ignores…Una pizca de sal, siempre vuela el viento.

Sabrás encontrar un inquietante silencio, de erizada piel y pasos fríos. Sabrás mirar al cielo y encontrar un nombre, que hurtadillas sigiloso escondes. Sabrás bifurcar tu ceño, inherente mirada que tu pensamiento acalla. Sabrás decir mil cosas al viento, salar tus mejillas y aquejar lamentos. Sabrás el artilugio del suspenso, la pausa desea, el segundo perfecto. Sabrás no encontrar respuestas, cuando el interrogante exija de tu apuesta. Sabrás esquivar miradas, hacerte la ausente, jugar a decente, y perder con gusto. Sabrás convivir con disgustos, aceptar lo injusto, emprender sin ganas. Sabrás pulir de lo impuro las asperezas mas tersas estoy seguro…
Pero hay algo mujer… hay algo en el silencio que inquieta a tu piel y que no sabrás dilucidar, en tus pasos fríos, en el cielo que observas, en el ceño que inhibes, en las respuestas que ignoras, en las miraras que escapas, en los disgustos que aceptas, en la injusticia que avalas, en la que menoscabas, y en ese paso perdido que no encuentra el sentido…

Sabrás hallar lo que digo, la pizca de sal, el viento y tu abrigo?

lunes, 15 de marzo de 2010

QUIZÁS...


Quizás lo mas dulce no sean tus labios, sino tu duda.
El preciso instante en el que te preguntas si te arrojas al vacío o te despiertas.

domingo, 14 de febrero de 2010

JUAN PEDRO ARROYOS (Cuento breve)





El pórtico de la antigua biblioteca, ya sin luz, penumbrosa. Las paredes húmedas matizadas por un ejercito de hongos que se cobijan, un tanto reacios a la realidad que los rodea y compañeros taciturno a la vez, de quien busco resguardo y sin siquiera saber hizo de lecho aquel viejo edificio.
La noche acongojada soplaba sin cesar suspiros nostalgiosos, llevando consigo una imperceptible garúa que a fin de cuentas mojaba. El cielo, que hace días era gris, aun no había lavado su cara.
Una bolsa de arpillera rellena de cartones y trapos viejos cumplía la función de almohada, el brazo derecho detrás de la nuca reforzaba el respaldo, dándole una ligera comodidad que quizás ignoraba, el brazo izquierdo descansaba junto a su pecho en posición antálgica. La fiebre incesante lo mantenía obnubilado, no sabia si habían pasado horas, días o semanas, todo fluctuaba entre sueños producto del desmayo y vigilias que asimilaban torturas desmesuradas. Yacía postrado y olvidado, quien hace tiempo había sido tan reconocido, ahora era uno mas, quizás insignificante para la historia, quizás aun mas para el mundo; pero existía, el antiguo refugio de libros era testigo y cientos de sus huéspedes en su mismo estado, percibían el latente instante por el ventiluz del sótano, como una misteriosa herida que rasgaba sus hojas, y prefiguraba el futuro que a escasos minutos habría de ser pasado.
La noche anterior, los abusos del alcohol, su único amigo, el mismo que apaciguaba sus desdichas y borraba una a una sus penas, lo había traicionado. Inconciente de acciones intento mediar un altercado, donde dos individuos deseosos de sangre se abatían.
Su pasado eclesiástico quizás, regurgitando en lo más profundo de si, lo habría impulsado hacia la contienda.
- Señores por favor no arruinen sus vidas… - alcanzo a decir, mientras intentaba separar los púgiles, pero el mas corpulento de los dos impacto con su navaja en lo profundo de su pecho, dándole fin al discurso que acababa de comenzar; se tambaleo por un instante apretujándose con sus manos y cayo…
Agonizando Juan Pedro Arroyos, junto a una de las columnas de la puerta principal, que esbatimenta su rostro, como ocultando quien es, como escondiendo quien fue. Mientras a escasos pasos la vida trascurre como si nada pasara. La gente apresurada con sus paraguas, uno que otro que pensativo por la vereda de enfrente camina y el sin fin de autos que sin aminorar su marcha salpican con agua de los charcos a cuanto peatón distraído circule.
Sintió que sus ojos jamás volverían a abrirse, recordó que alguna vez había prefigurado su muerte, pero el destino le estaba errando. Metió su mano en el bolsillo, del cual la saco muy apretujada, la llevó hacia su corazón; y un último suspiro profundo calmo el dolor y borro su vida.

Nadie sabrá quien es, y mas de uno, pensara que esta dormido.

sábado, 23 de enero de 2010

Baila el viento con las hojas…




Cuanta armonía, el azar nos desvela otra vez, con sus dos corrientes de aire opuestas, y su par de hojas café. Se elevan o son alzadas, por semejante partener, que haciendo alardeen de hábil, les sonríe a la vez. Baila el viento con las hojas, la canción de su niñez, que cada vez es mas hermosa y solo sabe florecer. Bailan y sin saber se besan, acariciándose los pies, son amantes momentáneos, la brisa y el color café.
El swing que despliegan ambos, es digno de coronar, mas ya lo sabe el viento, que comienza a susurrar, las cosas que se le ocurren mientras su baile se da. Las hojas sonrojadas, asienten en su danzar, el viento sabe que es ducho, siempre apuesta a ganar.
Baila el viento con las hojas, conservando su compás, el viento sabe que el tiempo, es amigo del azar, por eso siempre conserva, semejante amistad.
Baila el viento con las hojas, el baile universal, el baile que solo gozan, los que observándolo están, se baila en cualquier calle, en una esquina, afuera de algún bar.El viento sabe de baile, las hojas se dejan llevar.

domingo, 10 de enero de 2010

LUNA (Vuelo de un amante)






Cómo no ceder ante semejante encanto…dorada esfera que la noche acuna.

Me remontas, como barrilete extraviado que por las estrellas busca dueño, perdido en tu inmensidad, con no mas que tu sutil aroma como carretel, y me haces volar… y vuelo, porque te busco, inconscientemente te busco, por los senderos de la noche agazapada, por los surcos de tus silencios disertantes… y yo se que estas aquí junto a mi, sin pronunciar una palabra, invisible son tus ojos, invisible es tu presencia, invisible es tu ausencia en el empedrado de mis sueños. Y sabes que las estrellas no distraen, solo entretienen, son la antesala al caudal de tus besos descalzos, que caminan por mis labios sedientos, sedientos de ti mujer, y de tu imagen perpetua y acechante, de tus suspiros aletargados que por mis besos se arrastran. Y aquí o allá… o donde sea que se remonte mi vuelo te encuentro, y tu te escondes, te escondes en ese gesto de ingenua distraída, de transeúnte estelar ilusa, y yo te veo, nuevamente eres tu…si! La inconfundible… y cómo no sucumbir ante semejante encanto?… dorada esfera que la noche acuna.

miércoles, 6 de enero de 2010

SONETO DE LA PAZ




"La tumba es todavía
Un sexo de mujer que atrae al hombre!"
Cesar Vallejo
........................


La paz es el suceso que precede
Dos cuerpos consumados sin aliento
Que sin saber se van desvaneciendo
Fundiéndose en su amor sanguinolento

Las velas entre deseos se derriten
Radiante luz de su inagotable tea
Ardiendo con fulgor sus corazones
Latentes antorchas sobre la azotea.

Pasión que en líquido de amor te viertes.
Gota a gota sobre la frente el sudor
desliza acariciándole los vientres.

Dulzura que emancipa las tinieblas
Y doblega las llamas del infierno
Bautiza paz en seres que te pueblan.

ENCUENTRO





Bien podría haber sido tu imagen una ilusión…
Bien podría haber sido mi viaje un sueño…
Y entre ilusión y ensueño…
Se gesto el encuentro.

Y quiso el destino hilvanar
Y dar su puntada precisa,
Tejiendo una canción
Y un senador postulante.

Los años acortaron distancias.
Las tímidas y viajeras hojas
Se trasformaron en voces,
y yo te escuchaba…y tú me oías
Y entre lunfardos que pichaban y mi sorpresa
Pececitos saltaban de casinos.

Y yo te dije:
No sabré que estoy aquí, hasta haberme ido.
Y hoy me doy cuenta que estuve contigo.

Quince años. Toda una vida.
Con tus ocho abriles…con mis nueve añitos
Con tu inocente “perdón por no escribirte antes”
Y mi deseo “espero te encuentres bien al recibir esta carta”
Y una expectante e interminable espera de por medio.

Toda una vida había pasado,
Pero ambos conservamos el pasado
Tus reproches intactos,
mis silencios calcados.

Y quise de souvenir a tu mora
Y sentí que sin traerla la traje conmigo
Como a tu sonrisa, como a tu silencio…
Que aunque en la valija no quepan, viajaron conmigo.

Bien podría haber sido tu imagen una ilusión…
Bien podría haber sido mi viaje un sueño…
Y entre ilusión y ensueño…
Un abrazo nos despertó, qué encuentro!