domingo, 14 de octubre de 2012

De huellas y pies



La huella espera siempre que el pie encaje, ignora en lo más profundo de su ser la posibilidad de que el talle pueda variar, pues la definición que tiene la huella de sí misma no concibe la incongruencia.
El pie ignora por su parte a la huella, condición que se le podría atribuir a la simple sensación de superioridad en la que se encuentra inmerso.
Una no existe sin la otra, y viceversa… sin embargo ambas realidades, "x" distantes de si, ignoran dicha premisa. 

2 comentarios:

Anni dijo...

Interesante reflexión...

Anónimo dijo...

ayy como me duele!!! tanto!!! por que será????
gracias!!!bello,de verdad!
un abrazo
lidia