Cuanta armonía, el azar nos desvela otra vez, con sus dos corrientes de aire opuestas, y su par de hojas café. Se elevan o son alzadas, por semejante partener, que haciendo alardeen de hábil, les sonríe a la vez. Baila el viento con las hojas, la canción de su niñez, que cada vez es mas hermosa y solo sabe florecer. Bailan y sin saber se besan, acariciándose los pies, son amantes momentáneos, la brisa y el color café.
El swing que despliegan ambos, es digno de coronar, mas ya lo sabe el viento, que comienza a susurrar, las cosas que se le ocurren mientras su baile se da. Las hojas sonrojadas, asienten en su danzar, el viento sabe que es ducho, siempre apuesta a ganar.
Baila el viento con las hojas, conservando su compás, el viento sabe que el tiempo, es amigo del azar, por eso siempre conserva, semejante amistad.
Baila el viento con las hojas, el baile universal, el baile que solo gozan, los que observándolo están, se baila en cualquier calle, en una esquina, afuera de algún bar.El viento sabe de baile, las hojas se dejan llevar.